14 abril 2011

Escrito para un 7 de Mayo de 2011

En mi cabeza desfila su nombre, una y mil veces, como una especie de mantra que me acompaña y me consuela. Lo repito, lo susurro y lo grito en silencio.

Sus ojos rien al verme, sus manos buscan las mías y, por las noches, sus piernas se convierten en enredadera de mi cuerpo. Nos reconocemos, nos pertenecemos.

Me gustará acompañarte, me gustará mezclar nuestras maletas, me gustará que duermas en mi hombro en ese largo viaje y ver como desfilan las nubes a nuestro lado.

Quiero pensar en plural y despertarme todos los días cerca de ti. Tu pecho en mi espalda. Tu brazo en mi cintura. Tus besos en mi cuello.

06 marzo 2011

Maratón de Tokyo 2011

Eran las 6.46 de la mañana del domingo 27 de febrero. El día amanecía claro y sin probabilidades de lluvia. Me vestí adecuadamente, y me preparé para la carrera más larga de mi vida. Hice estiramientos, calenté todos lo músculos y cogí el tren que a la postre me llevaría a Shinjuku.

La ciudad, en toda su extensión, se engalanó para el evento, y yo, como otros tantos, me dispuse en la línea de salida de la MARATON DE TOKYO 2011.

42.195 metros me esperaban por delante.




El comienzo fue duro, había mucha gente apelotonada queriendo hacerse un hueco, pero nadie allí tenía la experiencia que yo poseo de un domingo o lunes de carnaval en Cádiz. En poco tiempo me hice un hueco en primera línea.

Con mi cámara a cuestas esperaba ansioso el momento de la salida. El gentío era abrumador, la gente no paraba de animar (Gambaré!! Gambaré!!) y aún no habían dado el pistoletazo.


Antes de la salida pudimos contemplar como terminaba la carrera anterior, la carrera de los discapacitados ... todos unos máquinas.




En cuanto anunciaron la salida la gente salió disparada, todo fue muy rápido, y más preocupado en conservar mi cámara que en guardar mi puesto en seguida perdí posiciones y me vi envuelto por una marejada de gente dispuesta a no quedarse atrás.


Los primeros kilometros mis zapatos me quemaban, el ritmo de la carrera era endiablado y a mi me faltaba experiencia que a otros les sobraba. Había mucha más gente mucho más preparada que yo y eso lo noté en seguida. Fui perdiendo puestos progresivamente, y ya en el kilometro diez mis músculos no respondían a mis deseos, aquí es donde vi los primeros abandonos y mi moral empezó a caer ...


Había planificado mal la carrera y a aún quedaba más de la mitad del recorrido. No había tenido en cuenta el recorrido en toda su amplitud y eso hizo mella en el resultado final que quedó muy lejos de mis perspectivas iniciales.





Poco a poco fui descubriendo el lado más colorista de la carrera y me centré en el para al menos no dejarme llevar por la desidia y la desesperanza. Los ánimos del público nunca dejaron de disminuir, al contrario aumentaban con el paso de los kilómetros.




Echar un vistazo a mi alrededor al menos alegraba mi vista, y a pesar de no haber conseguido mi propósito inicial (en el kilometro 30 ya no era persona) siempre podía codearme con los más singulares personajes que corrían la maratón. Desde un pescao ...


pasando por Piccolo,


codeándome con el abuelo y su conejito rosa,


superwoman,


los que salían del armario,


el mono Amedio,


Ultraman,


las estatuas de la libertad,


el condón humano,


el falto de cariño,



la clásica abejia Maya,


y la pseudo azafata,


Otros sin embargo iban más en serio, y no dejaban entrever más allá de sus ganas de acabar la carrera a toda costa, y a ser posible entre los mejores ....




Yo desistí muy cerca de la meta, después de perseguir (en metro) a los que corrían por todo Tokyo, no podía hacer más fotos, las agujetas de mi dedo me estaban matando ...

03 marzo 2011

Colaboración con Gizmodo II

Ipad 2

Poco queda por decir (y tan solo han pasado 48 horas desde su presentación) del último producto de Apple. Hasta que no caiga en nuestras ansiosas manos y le dediquemos unas cuantas horas no podremos hincarle bien el diente a este Ipad 2.

No pienso hablar de las principales características del Ipad 2.

No pienso comentar que régimen de comidas ha seguido el nuevo juguete de Apple para conseguir estilizarse y reducir su peso hasta un 15%, reduciendo a la vez un 33% su volumen. 

No pienso promocionar a que gimnasio ha ido y que tabla de ejercicios ha realizado para ser 9 veces más rápidos en su rendimiento gráfico.

Ni por asomo revelaré cuantos cuadernillos rubios ha tenido que rellenar para poder llegar a hacer el doble en el mismo tiempo (A-5 dual core)

Tampoco os diré como, aún habiendo adelgazado, aguanta las mismas horas en perfecto funcionamiento (10 horas, que ya quisiéramos algunos)


Para qué decir nada del smart cover. Su sencillez, utilidad, comodidad y diseño no es digna de destacar. Sólo revelaré su inspiración.

No hablaré del estilista que le cambió la cara al Ipad 2 (Facetime con dos cámaras). Temblad compañías telefónicas. 

Y no diré nada de todas sus nuevas características porque, sinceramente, era lo que le hacía falta al Ipad, para ser de verdad un producto competitivo, a un precio competitivo. No nos sorprendes Steve. No nos sorprendes.

Lo único que quiero que leáis del Ipad 2, son estás palabras, dichas en su presentación por el CEO de la compañía .... 

"Tenemos tecnología unida a arte liberal, unida a humanidad. Es lo que nosotros ofrecemos y que construye esta fuerte conexión"

Colaboración con Gizmodo

O de como comenzó todo. (Antología de la tecnología)

No se si recordaréis como empezó todo. Yo tengo algunas lagunas, pero recuerdo que iba de blanco, junto con otros muchos. Pantalón blanco, camisa blanca, calcetines blancos, calzoncillos blancos ... en una palabra; inmaculado.

Rondaría los ocho o nueve años y fue entonces cuando me adentré de golpe y porrazo en el mundo de la tecnología y sus gadgets.

No se vosotros, yo me desvirgué con un Casio Soccer GS-11. Era el chaval más feliz de por allí. Habían metido el fútbol en un reloj, que además daba la hora!!! Eso si, reconozco que la máquina me vencía con facilidad.


A la par existían otros modelos, como el reloj calculadora, pero a mi nunca me sirvió para aprobar las mates. Los botones eran muy pequeños y nunca conseguí el resultado que me exigía el profesor.



La evolución (no la mía) fue rápida, pasando desde el Spectrum Sinclair a las máquinas portátiles (precursoras de la gameboy) como la Western Bar, la Soldier o la antológica Submarine Battle ...
















Tras eso y muchas horas (mal)gastadas en los recreativos más famosos de mi ciudad, me adentré en el mundo onírico del PC. Mi primer ordenador!! Lenguaje MS-Dos, que tiempos!!
Tras gastarnos los ojos en pantallas negras y tipografía verde nos cambiaron el mundo...

Pero cuando alguien cierra una puerta se abre una ventana ... Lo que no imaginábamos es que tendrían tantas actualizaciones (unas mejores que otras).


Aquí, he de decir que me estanqué, perdí parte de mi "valiosa existencia" intentando comprender porque se me colgaban los ordenadores tan habitualmente; ¿era yo? ¿eras tú? ¿que tecla quieres que presiones? Dimelo, soy todo tuyo!

Mi relación con la tecnología disminuía a la par que aumentaba mi relación con el sexo opuesto (pero de eso, aquí, no pienso hablar)

Desencantado, confundido, perdido en mares de bits y bits, alguien, no recuerdo quien, me hablo de la fruta prohibida, la manzana que nadie debía morder si no quería ser un apartado, un desigual, un raro entre tanta normalidad ....



Y caí. ¿Hasta donde? Hasta aquí.

28 febrero 2011

Kawagoe

Kawagoe, es un lugar a menos de una hora al noroeste de Tokyo al que nunca jamás llegarás por ti mismo. Es imposible pronunciarlo bien a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera ... Además no es un sitio muy comentado en las guías de viaje ...

Se trata de una ciudad donde se conservan unas cuantas (no más de 12) casas del estilo Edo, de hecho a Kawagoe se la conoce como "Little Edo" (Koedo), las cuales no fueron destruidas por los bombardeos de la II GM. 
El motivo por el que no fueron destruidas es que dichas casas son de un color negro, así que los aviadores que sobrevolaban el lugar pensaba que ya estaban destruidas ... 





Este tipo de casas se conocen como Kuras 倉, que, según me contaron, se trataban de una especie de almacenes donde la gente solía vivir en la planta baja y la primera planta se usaba como almacén o trastero.

Estas casas no están hechas en madera, como las casas antiguas de Japón, de ahí que también se salvaran de los incendios que asolaron más de una vez la ciudad. Algunas casas de este pueblo tienen más de 50 años, una característica bastante extraña en este país.







Una zona dentro de la ciudad muy transitada es las calles de los dulces y golosinas, donde pequeños y mayores hacen sus delicias comprando todo tipo de chucherías. 









El resto os lo podéis imaginar, mucha tienda de regalos, muchos restaurantes japoneses, mucho "free trial" de productos típicos ... Algún día explicaré como puede un gaditano vivir comiendo gratis en Tokyo, hay que echarle cara (de ahí lo del gaditano, no vale cualquiera), comiendo en los distintos centros comerciales y sus "free trials", que traducido resulta COMIDA GRATIS, en pequeñas dosis.





Antes de volver a Tokyo fuimos a lavar nuestro dinero (costumbre esta que sirve para que nunca te falte la plata) en uno de los templos de Kawagoe, donde encontramos una estatua de Budha en el momento exacto de alcanzar el nirvana (o casi).